Desarrollo empresarial: ¿Cómo hacer sentir a tus trabajadores, los mejores colaboradores?

Las empresas más importantes del mundo clasifican a sus empleados por orden de importancia con la esperanza de apelar a sus instintos competitivos y mejorar sus niveles de productividad.
Las organizaciones invierten más dinero en erradicar a los trabajadores menos destacados que en cultivar una cultura de logros compartidos. Las herramientas generalizadas de apreciación, evaluación y clasificación otorgan una ilusión de control, una forma consoladora de enfrentarse a la holgazanería. Pero se han preocupado demasiado por solucionar el problema menos importante, mientras ignoraban el mayor de ellos: si te centras en liberar el talento y celebrarlo es previsible que obtengas resultados diametralmente opuestos.
La culpa de esta situación la tiene, una interpretación errónea del efecto Pigmalión, que postula que no son las habilidades innatas las que influyen en un resultado, sino las expectativas. No importa quién tenga talento o esté mejor dotado; si las expectativas son altas habrá más posibilidades de que se cumplan.
Existen muchas organizaciones que desarman gran parte de su fuerza laboral aplicando procesos que crean un efecto Pigmalión inverso. El más extenso es el ranking forzado, un ejercicio en el que cada seis o doce meses se evalúa al total de los empleados dividiéndolos en grupos diferentes. A los que están en el grupo superior les encanta porque se confirma su talento y su capacidad de liderazgo. Pero, ¿qué pasa con el resto? A los que quedan más abajo se les anima a “tirar la toalla o abandonar el barco”, y los que están en medio se quedan estancados, quizás esperando una segunda oportunidad, una segunda evaluación en la cual demostrar lo que tienen.
Entonces, ¿Cómo aplicas esto en tu negocio?
Retener a los empleados más valiosos en la organización implica conocer sus motivaciones y ofrecerle un trabajo enriquecedor que responda a sus expectativas.
Los colaboradores más valiosos son listos, creativos, autónomos y llenos de energía. Necesitan un trabajo estimulante, oportunidades para responder a retos y para el crecimiento personal, y tienen interés en contribuir a la buena marcha de la organización. Para retenerlos es necesario saber qué puede enriquecer su puesto de trabajo, lo cual significa cambiar lo que tus empleados hacen, el contenido, o cómo lo hacen, el procedimiento.
Se considera que este enriquecimiento estructura caminos para que los trabajadores encuentren el desarrollo, el estímulo y la renovación sin dejar sus puestos de trabajo ni sus empresas actuales.
Ahora bien, ya que lo que puede estimular a una persona no es lo mismo que puede hacerlo en otra, se propone indagar sobre ellas, por ejem­­plo, utilizando las siguientes preguntas:

  • ¿Sabes en qué, es importante tu trabajo para la compañía?
  • ¿Qué conocimientos utilizas en tu trabajo? ¿Qué aptitudes tienes y no llegas a usar en tu día a día?
  • ¿Qué encuentras estimulante en tu trabajo? ¿Gratificante?
  • ¿En qué aspectos te gustaría tener más responsabilidad para tus tareas actuales?
  • ¿Qué te gustaría estar haciendo en los próximos tres o cinco años?
  • ¿En qué sentido querrías cambiar tu trabajo?

El objetivo de estas preguntas, es descubrir ideas para saber cómo enriquecer a nuestros trabajadores, y lograr un mejor rendimiento laboral. Tanto para ellos como para la empresa.

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